12 dic 2013

Marca la diferencia.



Hay una frase que he escuchado muchas veces “La necesidad tiene cara de perro” no sé si acierta o no, pero sé que suena mucho…. Lo que sí puedo asegurarles acerca de este tema es que la necesidad está injustamente mal repartida por el mundo. Por ejemplo, en una misma plaza puedes ver tanto al que nació en cuna de oro caminando de la mano de su hermosa novia, como aquel mendigo suplicándole una moneda. Ojalá la vida tuviese la balanza un poco más equilibrada. Como reza el refrán “ni tan calvo ni con dos pelucas”.

No sé si alguien tiene la culpa de esto pero sé que nadie puede decidir donde nacer ni bajo qué condiciones comenzar su existencia. Cosas tan primordiales como tener una madre que te quiera, un padre que te cuide o un juguete en navidad, en muchas ocasiones es un lujo. A veces perdemos la perspectiva de la vida y no nos damos cuenta que por muy duros que sean nuestros problemas aún hay niños durmiendo en la calle.

Podría extenderme mucho más en este tema tan profundo y delicado, podría pasar horas criticando esta sociedad donde es más importante tener el celular de última generación que el dinero para el saldo, pero a sabiendas de que no hay mucho más que yo pueda hacer desde acá, prefiero enfocar este tema a un ámbito mucho más suave, común y quizás un tanto banal luego de la introducción que hoy les he dado… hablo de la necesidad del amor.

Todos padecemos de la necesidad de amar y de ser amados. Desde niños buscamos encajar en nuestro grupo escolar, nos hacemos amigos hasta de los árboles y siempre intentamos hacer reír a nuestras mamás. Luego en la adolescencia nuestro intereses empiezan a cambiar y nuestras búsqueda de ese amor también… Y aunque muchas veces salimos heridos, derrotados y despotricando al amor, jamás dejamos de buscarlo. No podríamos parar aunque quisiéramos, recuerden que el amor es una droga y como toda droga genera dependencia.

Los años nos enseñan a manejar esta necesidad, pero eso no implica que logremos sobreponernos a ella. Si me permiten un consejo, la clave está en afinar la puntería. En la amistad intenta ser más selecto… De nada te sirve tener demasiados carros, al final solo puedes manejar uno a la vez... En cuanto las relaciones de pareja lo único que puedo decirte es que no importa las veces que fracases, nunca debes dejar de intentarlo porque la vida te mirará a los ojos y volverá a sorprenderte… Y mientras sigas por ahí lidiando con esta necesidad de amar, intenta ir sonriendo, dar los buenos días y hacer el bien sin mirar a quien…. quizás si todos le regalásemos un poco de amor al mundo, podríamos marcar la diferencia y tal vez no habrían niños en la calle…. O eso creo.